Hoy me siento frente a estas palabras con el corazón lleno de emociones difíciles de ordenar. Después de cinco años intensos, apasionantes y divertidos, ha llegado el momento de cerrar una etapa que ha marcado mi vida para siempre.
Esto no es un adiós… porque uno nunca se despide del lugar donde ha sido feliz, ni de las personas que han dejado huella, pero sí es una forma de agradecer, de recordar y de celebrar todo lo vivido juntas.
Cinco años. Cinco temporadas llenas de sol, de lluvia, de gritos de aliento, de lágrimas de frustración y de alegría, de abrazos tras los partidos, de charlas en el vestuario, de risas infinitas y de silencios que decían más que mil palabras. Cinco años en los que he tenido el privilegio de ser vuestro 2º entrenador, pero, sobre todo, vuestro amigo, confidente y compañera de esta aventura.
Desde el primer día que me incorporé a este proyecto sentí que había algo especial y que me ha hecho disfrutar cada uno de los días que hemos pasado juntas.
Quiero empezar agradeciendo al club, por abrirme las puertas y darme la oportunidad de formar parte de este proyecto por permitirme equivocarme, aprender y crecer.
A vosotras AIALA, ANA, ANNA, ANI, BALA, BELLA, CAMINO, CARME, CRIS, DANY, EMI, GABI, IO, IRENE, ISSA, JARIS, KIKA, MAGIC, MARY, SILVIA, MCQUEEN, MEGA, PACA, PALO, PEQUEMARY, PICHON, RAQUEL, RASTAS, SISTA, TOBY, VIVI, WILSON, ZAS, ZIS (espero no haberme dejado a ninguna), GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. Por vuestra entrega, por vuestra pasión, por vuestra capacidad de superación. Gracias por cada entrenamiento en el que lo disteis todo, incluso cuando el cuerpo pedía descanso. Gracias por cada partido en el que luchasteis hasta el último segundo, por cada mirada cómplice, por cada sonrisa después de una buena jugada, por cada lágrima compartida en los momentos difíciles. Vosotras sois el alma de este equipo, y no hay palabras suficientes para expresar lo orgulloso que estoy de cada una de vosotras.
He aprendido tanto… Me habéis enseñado a ser mejor entrenador, pero, sobre todo, mejor persona. Me habéis inspirado con vuestra fuerza, con vuestra alegría, con vuestra capacidad. Habéis sido mi motivación para seguir adelante incluso en los momentos más duros y difíciles, que, para ser sincero, han sido los menos.
Y en medio de este mar de emociones, hay una serie de personas que no puedo dejar de mencionar y que han sido pilares fundamentales en esta etapa de mi vida...
María Casado, contigo empezó todo… acojonado por tu presencia, pero tu ayuda cuando esto empezó, sin hacer ruido, ha sido una lección de compromiso. Eres de esas personas que hacen equipo incluso cuando no están en el foco, que construyen desde la base, que sostienen con su ejemplo. ¡¡¡Gracias!!!
Carlota Méliz, tu liderazgo silencioso pero firme ha sido un ejemplo constante para mí. Tu capacidad para estar siempre donde se te necesita, para dar sin esperar nada a cambio… es algo que admiro profundamente. Has sido el corazón de este grupo, la que ha sabido mantenernos unidas en los momentos de tormenta y en los momentos de sol. La que has sabido gestionar mis impulsos sin que se notara solo con mirarme a los ojos. Gracias por tu entrega, por tu generosidad, por tu forma de ser, pero sobre todo por lo que hemos construido... una maravillosa AMISTAD.
Elena G. Navarrete, tu energía, tu pasión, tu fuego interior… han sido una chispa constante que ha encendido a todo el equipo. Tu forma de vivir el rugby, de enfrentarte a cada reto con valentía y determinación, es algo que siempre recordaré. Pero más allá del campo, tu humanidad, tu cercanía, tu capacidad de hacer sentir bien a los demás, te convierten en una persona única. Gracias por cada momento, has sido una pieza clave en este viaje.
Penélope Blanco, nuestra médica, nuestra guardiana silenciosa. Gracias por estar siempre ahí, en los momentos en los que más se necesita calma, profesionalidad y humanidad. Tu labor ha sido mucho más que curar lesiones: has sido consuelo, seguridad, confianza. Has cuidado de nuestras jugadoras con una dedicación admirable. Gracias por tu paciencia, por tu cercanía, por tu compromiso con el bienestar de todas.
Miki Puerta, gracias por todos y cada uno de los momentos que hemos compartido y por tu capacidad de ver más allá del resultado, de entender el juego, y de construir desde el respeto y la empatía.
Ángel López, hemos compaginado, en poco tiempo, un gran trabajo que ha dado grandes frutos, quizás nos faltó un poco más, pero lo hecho ha merecido la pena. Gracias!!!.
Y no me olvido de todas las personas que forman parte del club: directiva, cuerpo técnico, familias, afición. Gracias por acogerme y hacer del CRC Pozuelo un lugar donde disfrutar del rugby y de los buenos momentos.
Me voy con el corazón lleno. Lleno de recuerdos, de aprendizajes, de momentos que guardaré para siempre. Me voy sabiendo que he dado todo lo que tenía, que he puesto el alma en cada entrenamiento, en cada momento, en cada partido. Me voy con la tranquilidad de haber formado parte de algo grande, de algo que va mucho más allá de los resultados.
Y aunque me aleje físicamente, sabed que siempre llevaré al CRC Pozuelo y sobre todo a VOSOTRAS en mi corazón. Siempre seré uno más de esta familia. Siempre estaré animando desde donde esté, celebrando vuestros triunfos, sufriendo con vuestras derrotas, y, sobre todo, sintiéndome orgulloso de haber sido parte de vuestra historia.
Os deseo lo mejor en todo lo que venga. Seguid luchando, seguid soñando, seguir construyendo este proyecto tan bonito. Y nunca olvidéis que el rugby, como la vida, se juega con el corazón.
Con todo mi cariño, mi gratitud infinita y un nudo en la garganta…
SE OS QUIERE MUCHO!!!
¡¡¡¡1, 2, 3… PIRATAS!!!!
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